Amado Jesús Caridad, gracias por enseñarnos y ayudarnos a ser los santos que el Padre desea que seamos, aprovechando absolutamente toddo para crecer en más y más santidad que te hace más y más visible como Dios Luz, Dios Amor, Dios vida… Gracias por enseñarnos y ayudarnos a ser santos que irradian Tu luz con humildad y mansedumbre de corazón, confesando que eres Dios Amor vivo que hace nuevas todas las cosas, todos los corazones, toda la historia… ayudándonos a ser más y más santos como Tú eres santo, bendiciéndote en todo cuanto hacemos, transformando absolutamente todo —también todo tipo de mal, todo tipo de pecado, de envidia, de corrupción, de egoísmo, de violencia, de odio, de persecución… todo tipo de guerra, de terrorrismo, de aborto social, de violación de DDHH, de deshumanización, de ideologización, de culto a la muerte… todo atentado contra la verdad, la familia, la vida, la paz, la unidad, la fraternidad, la justicia, la libertad… todo cuanto impida resplandecer como los hermanos que somos llamados a ser, resplandeciendo en comunión, viviendo como resucitados…— en irradiación de Tu luz, en irradiación de la nueva vida que da el Amor… siguiendo Tus huellas con más y más cercanía de corazón, creciendo en más y más unidad a Tu Corazón en toda circunstancia… creando hogar, Iglesia y humanidad que crean Cielo, que crean comunión, que crean Eucaristía, que crean caridad, que crean santidad… siendo los santos que Tú nos llamas a ser, incluso en la persecución, plasmando reino de comunión ofrendando absolutamente todo por ayudar a ser, a hacer, a crecer y a irradiar a todos como hermanos, por ayudar a todos a resplandecer en comunión, por ayudar a todos a resplandecer como la mejor persona que puedan ser, por ayudar a resplandecer a todos como la mejor persona que puedan ser, por ayudar a resplandecer a todos como hijos felices, plenos, santos, dignos, llamados, elegidos… adorándote como deseas ser adorado, adorándote juntos con todo el crecimiento, adorándote como Dios Amor vivo en el hermano al que ayudamos a crecer en más y más comunión, con más y más santidad… siendo santos como Tú eres santo, amando como Tú amas, sirviendo como Tú sirves, profetizando como Tú profetizas, enseñando como Tú enseñas, formando como Tú formas, viviendo como Tú vives, caminando como Tú caminas… plasmando reino de los Cielos en la tierra —comenzando a vivir el Cielo en la tierra— al hacer más y más vida la victoria del Amor de la misma forma que lo hace nuestra Madre del Cielo, que no deja de cubrirnos con Su manto y de enseñarnos a hacer lo que Tú dices: dar a luz a la Palabra, dar a luz a Dios Amor-con-nosotros, dar a luz a Tu nueva familia del Amor-con-nosotros, a Tu pueblo del nuevo albor, a Tu nueva civilización del Amor que resplandece en comunión… haciendo más y más vida Tu sueño, Tu visión, siguiento tu ejemplo de santidad con fidelidad, haciendo más y más vida Tu alianza, Tu memorial, Tu consagración, viviendo más y más la caridad… plasmando más y más Tu obra viva de Amor, Tu plan —plasmar familia humana, eclesial y civil según Tu ministerio de crecimiento en comunión plasmando ícono vivo de la Trinidad—, Tu proyecto de evangelización familiar —plasmar Tu nueva humanización, Tu nueva eclesialización, Tu nueva fraternización y Tu nueva evangelización plasmando Tu ícono vivo del Amor de Dios encarnado—, plasmar Tu revolución de Amor —plasmar santuario vivo del Divino Amor plasmando a toda persona y a toda la persona a imagen y semejanza de Dios Amor vivo; plasmando familia que ayuda incondicionalmente a ser, hacer, crecer e irradiar resplandeciendo en comunión; plasmando cultura de nueva vida; plasmando estado del nuevo albor, estado de nueva fraternidad, estado de justicia y derecho, estado de comunión; plasmando nación de Amor que resplandece en comunión; plasmando humanidad unida y fraterna, colmada de la fe, esperanza, caridad, nuevo horizonte, prosperidad y paz que vienen de hacer vida la voluntad de Dios, de ayudar a todos a resplandecer como hermanos—… dejándonos convertir en el sacramento vivo del Amor de Dios que somos llamados a ser, haciendo vida Tu fraternidad sacramental al contemplar absolutamente a todos como hermanos llamados a la conversión, dejándonos transconsagrar el corazón en faro vivo —familia luz, Iglesia Luz, Patria Luz— que irradia Tu Eucaristía viva como haz, Tu comunión viva como haz, Tu caridad viva como haz, haciendo brillar más y más nueva fraternidad y solidaridad fraterna… siguiendo el nuevo camino que abres para ser adorado con nueva adoración, nueva fraternidad, nueva historia, nueva visión, nuevo caminar, nuevo palpitar que sigue Tu camino del mar, que acoge Tu misión, Tu envío, Tu ministerio de crecimiento en comunión, Tu discite a me (tu destello de carisma de luz), Tu duc in altum… navegando juntos más y más mar adentro, más y más Divina Misericordia adentro, más y más Divina Providencia adentro, más y más santidad adentro, más y más correspondencia adentro, más y más comunión adentro, más y más misterio adentro, más y más nueva fraternidad adentro… acogiendo más y más Tu llamada —Tu vocación— a la santidad, a vivir más y más la caridad como nos corresponde hacerlo, compartiendo Tu alianza de la caridad como nos corresponde hacerlo, haciendo más y más vida el orden de la caridad… haciendo vida el mandatum novum como nos llamas a hacerlo: fiat luz, fiat Amor, fiat pax, fiat unitas… fiat caritas, hágase en nosotros según Tu caridad… Somos familia, somos Iglesia, somos misión, somos luz… somos llamados a hacer Tu reino día a día plasmando más y más santidad, con más y más humildad y mansedumbre de corazón. irradiando más y más Tu luz al dejarnos convertir en las estrellas del Cielo que nos llamas a ser más y más en Ti, por Ti y Contigo, haciendo más y más vida la belleza de la Trinidad, de Su comunión, de Su creatividad viva, de Su fecundidad gozosa, de Tu entrega fiel a Tu Iglesia viva, a Tu humanidad viva, a la que llamas a hacer vida Tu resurrección, a hacer vida misterio pascual —Tu regalo pascual— viviendo como resucitados, como llamados a Mi nueva vida —hoy a hoy y para siempre— sirviendo al bien común con corazones humildes y servidores, dóciles al Espíritu Santo y Su acción, acogiendo Mi gracia incondicional para dejarse convertir en la obra viva de Amor que Yo les llamo a ser siguiendo el nuevo camino que les abro, sin dejar que nadie se pierda, sin rebelarse a Mi voluntad ni a Mi bondad, convirtiendo absolutamente todo —también todo pasado pecaminoso y toda persecución— en irradiación de Mi luz, de la nueva vida que da el Amor, colmando todo vacío del corazón con Mi comunión, encontrando una nueva dirección de vida de la mano del Dios Amor que no abandona sin importar cual haya sido el pecado cometido ni cuan extremadamente pecaminoso haya sido el pasado, de la mano del Dios Amor vivo que hace nuevas todas las cosas y que ayuda a convertirse en las mejores personas que puedan ser… ¡en estrellas del Cielo, en santos felices, amados y plenos, colmados del tesoro de Mi Corazón, de Mi comunión, de Mi santidad!