Oración Contemplativa: Domingo, 10 de Mayo de 2020 (Día de las Madres)

Amado Jesús Caridad, gracias por enseñarnos y ayudarnos a plasmar Tu obra viva de Amor obrando como Tú obras, haciendo vida Tu abrazo a la Iglesia viva —a la humanidad viva—, permaneciendo más y más unidos a Ti, Amor de Dios que se abaja para elevarnos al hacer posible que obremos como Tú obras, que obremos en unidad de ser y acto, manos y corazón y palabra y obrar a Tu obrar, más y más afirmados en la piedra angular, Tu Amor encarnado… más y más llenos del Espíritu que nos mueve a adorarte como Tú deseas ser adorado, a adorarte con todo el crecimiento, a adorarte como Dios Amor vivo en el hermano al que ayudamos a crecer en comunión… ayudando a crecer a la Palabra al ayudar a crecer a los hermanos, plasmar Tu obra viva de Amor siguiendo Tu camino, verdad y vida creando hogar, Iglesia y humanidad que crea Cielo, que crea Eucaristía, que crea humanidad, que crea caridad ayudando a todos a crecer en comunión, ayudando a todos a resplandecer como hermanos, ayudando a todos a resplandecer como la luz que somos llamados a ser, ayudando a todos a irradiar la luz que somos llamados a irradiar acogiendo Tu misión a plasmar Tu obra viva de Amor de una forma única… danzando en más y más unidad al Espíritu Tu danza de luz, siguiendo Tu camino del mar como danza de luz que nos hace humanidad viva, Iglesia viva que plasma Tu obra viva de Amor, Tu plan —plasmar familia humana, eclesial y civil según Tu ministerio de crecimiento en comunión, plasmando Tu ícono vivo del Amor de Dios—, Tu proyecto —plasmar Tu nueva humanización, Tu nueva eclesialización, Tu nueva fraternización, Tu nueva evangelización, plasmando Tu ícono vivo del Amor de Dios encarnado…—, Tu revolución de Amor —plasmar Tu santuario vivo del Divino Amor plasmando a toda persona y a toda la persona a imagen y semejanza de Tu Amor; plasmando familia que ayuda incondicionalmente a ser, hacer, crecer e irradiar resplandeciendo en comunión; plasmar cultura de nueva vida donde se honran los DDHH de todos; plasmar estado del nuevo albor, estado de nueva fraternidad, estado de justicia y derecho, estado de comunión; plasmar nación de Amor que resplandece en comunión; plasmando humanidad fraterna y unida, colmada de la fe, esperanza, caridad, prosperidad, nuevo horizonte y paz que vienen de Dios, de hacer vida Su voluntad, de obedecer Su designio, se ayudar a todos a resplandecer como los hermanos felices, amados, santos, plenos, iguales, dignos, elegidos… que somos llamados a ser—… ayudando absolutamente a todos a crecer como hijos de Dios felices, amados, plenos, santos, elegidos, llamados haciendo vida la creatividad viva, la entrega fiel y la fecundidad gozosa de la Trinidad siguiendo el camino que nos muestras al Padre, haciendo más y más visible el Amor del Padre como piedras vivas que edifican Tu santuarido vivo del Divino Amor, Tu santuario de la vida que resplandece en comunión, dejándonos transconsagrar el corazón en faro vivo —familia luz, Iglesia Luz, Patria Luz— que irrada Tu Eucaristía viva como haz, Tu comunión viva como haz, Tu caridad viva como haz… haciendo vida la maternidad espiritual como Iglesia viva como nos enseña a hacerlo nuestra Madre del Cielo, ofrendándolo todo porque el hermano pueda ser, hacer, crecer e irradiar convirtiéndose en la estrella del Cielo que es llamado a ser… haciendo vida la victoria del Amor como ella nos enseña a hacerlo al cubrirnos con su dulce manto: dando a luz a la Palabra, dando a luz a Dios Amor-con-nosotros, dando a luz a Tu nueva familia del Amor, a Tu pueblo el nuevo albor, a Tu nueva civilización del Amoe que resplandece en más y más comunión… dejándonos conducir a la felicidad, a la santidad y a la plenitud de Tu obra viva de Amor, como hijos santos, felices, amados, plenos, elegidos, llamados… que ayudan a conducir a la morada del Cielo haciendo vida Tu obra viva de Amor, amando como Tú amas, sirviendo como Tú sirves, iluminando como Tú iluminas, caminando como Tú caminas, viviendo como Tú vives, enseñando como Tú enseñas, profetizando como Tú profetizas, formando como Tú formas, ayudando a resplandecer como Tú lo haces… plasmando Tu obra viva de Amor más y más colmados de fe, esperanza y caridad, dejándonos transformar en signos vivos de Tu Amor, en sacramento de Tu comunión, haciendo más y más vida Tu carisma sacramental, Tu fraternidad sacramental… transformando todo —también todo cuanto nos impida caminar juntos resplandeciendo como los hermanos que somos llamados a ser, todo pecado, todo egoísmo, toda soberbia, toda mundanidad, toda infidelidad a la llamada y al designio de Dios, toda corrupción, también la corrupción social, toda ideologización, toda violación de derechos humanos, todo aborto social, todo odio, toda violencia, toda deshumanización, toda inequidad y desigualdad de oportunidades, todo culto a la muerte, toda injusticia, toda persecución por vivir la fe… toda crisis, toda pandemia… todo atentado contra la paz, la verdad, la libertad, la justicia, la democracia, la fraternidad, la fe, la esperanza, la caridad, la vida, la familia…— en irradiación de Tu luz, en irradiación de la luz de nuestra danza de luz, en irradiación de Tu obra viva de Amor que hace visible al Padre, en irradiación de la nueva vida que da el Amor, en irradiación que anuncia la buena nueva del Amor haciendo más y más vida Tu consagración familiar… acogiendo Tu misión permaneciendo más y más en Ti, permaneciendo más y más en Tu corazón, unidos más y más en un mismo palpitar, unidos en una misma danza de luz, anunciando Tu Buena Nueva permaneciendo más y más en Tu comunión, con corazones humildes y servidores que sirven al Padre y a los hermanos haciendo vida el mandatum novum, ayudando a crecer a la palabra al ayudar a crecer a los hermanos acogiendo Tu luz, Tu envío, Tu misión, Tu ministerio de crecimiento en comunión, Tu discite a me, Tu duc in altum… navegando juntos más y más mar adentro, brillando en más y más solidaridad fraterna que hace vida Tu fraternidad sacramental y Tu orden de la caridad, ordenando todo el corazón a vivir más y más la caridad a la usanza de Tu Corazón… navegando juntos más y más Divina Misericordia adentro, Divina Providencia adentro, santidad adentro, misterio adentro, comunión adentro, nueva fraternidad adentro, bendición adentro… compartiendo Tu alianza de la caridad como nos corresponde hacerlo… haciendo vida la maternidad espiritual-eclesial como nos correponde hacerlo… haciendo vida Tu consagración a vivir la caridad como nos corresponde hacerlo, viviendo más y más la caridad como irradiación cristiana de Tu danza de luz que hace vida Tu consagración familiar plasmando más y más faro vivo, tan luminoso como Tu mirada, como Tu danza de luz… haciendo vida Tu visión, Tu sueño, Tu memorial, Tu mandatum novum como Tú nos llamas a hacerlo: fiat lux, fiat Amor, fiat unitas… fiat caritas, hágase en nosotros según Tu caridad… Somos familia, somos Iglesia, somos misión, somos luz… Somos hermanos, somos humanidad, somos misión, somos luz… somos llamados a dejarnos sorprender por la fecundidad del Espíritu Santo y dejarnos llenar por Él para así ayudar al hermano a convertirse en la estrella del Cielo que es llamada a ser haciendo vida Tu danza de luz, haciendo vida los frutos del Espíritu y Sus dones que hace posible espiritualmente el dar a luz a la Palabra y el parto de luz de nuestra Señora del Nuevo Albor, dejándonos sorprender por Tu danza de luz, derretida de caridad, dejándonos sorprender todos los días por Ti, Dios dretido en caridad que nos invitas a “transitar” por Ti, camino, verdad y vida… haciendo vida Tu alegría al vivir en Tu crear hogar, en Tu crear comunión, en Tu crear caridad… dando honor a Tu nombre, Jesús Caridad, al adorarte como pides ser adorado, al alabarte con alabanza de nueva vida en el hermano al que “damos a luz” a Tu nueva vida en el Espíritu, a la vida que Tú le llamas a vivir haciendo vida la vocación única a plasmar Tu ícono vivo del Amor de Dios encarnado de una forma que nadie más lo hará… En la medida en que todos somos Iglesia viva, todos somos llamados a hacer vida el regalo de la maternidad espiritual, ayudando al hermano a convertirse en quien Dios le llama a ser, en un “parto espiritual de luz” que se da en la medida que el hermano irradia la luz que es llamado a irradiar al dejarse convertir en el ícono vivo del Amor de Dios único que es llamado a ser, hoy a hoy y para siempre… dejándonos convertir así en “madres espirituales” de nuestra Patria en la medida que le ayudamos a convertirse en el estado de nueva fraternidad que es llamada a ser como humanidad viva, como Iglesia viva y como Patria viva donde todos resplandecen como hermanos, en más y más comunión, paz y solidaridad fraterna, como santuario vivo del Divino Amor…

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