Choose Light

Esta es una carta pública a todos los estudiantes a los que les dado clase como maestra de ESL desde finales de septiembre 2018 hasta finales de mayo 2019, tras lo cual todos nos convertimos en sobrevivientes de tráfico humano.

 

Queridos estudiantes:

Ha llegado el momento de que les diga todo lo que no les pude decir durante todo el año escolar que compartí con ustedes.

Si no lo he hecho antes no ha sido por mi bien, ha sido por el de ustedes.

Nunca supe cuáles fueron las circunstancias que hicieron posible que fueran explotados de la forma en que han sido explotados. Nunca supe si todo lo que ha sucedido en esta “escuela” fue por elección ––no creo que puede hablarse de “elección” en menores de edad; cuando hablo de elección me refiero a sus familias––, o porque sus familias fueran forzadas a consentir la explotación con alguna forma de coacción ––pérdida de empleo, violencia…––. Nunca lo supe, y siempre dejé ese espacio de duda.

Lo mejor que podía hacer en esas circunstancias era omitir ciertos pensamientos (al menos, por escrito), para evitar el riesgo de que fueran explotados con más crudeza de la que eran explotados. Lo mejor que podía hacer en esas circunstancias era permitir que ustedes me explotaran de todas las formas posibles, respondiendo a lo imprescindible de la forma más inocua posible para ustedes, para evitar que no hubiera consecuencias para ustedes si no hacían lo que se les mandara a hacer. Sobre todo, lo mejor que podía hacer era amarlos incondicionalmente y crear, en lo posible, un espacio donde pudieran ponderar sus “growth choices” posibles… si otros les permitían hacerlo y si elegían hacerlo.

Ahora que todos están lejos del alcance de la escuela, puedo decir lo que hay que decirles, a todos: desde los estudiantes que por su discapacidad no podían haber sido conscientes de cómo estaban siendo explotados ––esos son los casos más graves–– hasta a los estudiantes que eran plenamente conscientes de lo que estaban haciendo.

Dividiré la próxima parte de mi carta en siete grupos de estudiantes:

– Grupo 1: Estudiantes tanto de nivel primado o secundario cuya discapacidad hace imposible el que siquiera pudieran consentir la explotación a la que estaban siendo sometidos y el ser conscientes de la explotación a la que estaban siendo sometidos: hablo de estudiantes con problemas de lenguaje o discapacidades cognitivas moderadas que hacen imposible que pudieran consentir expresamente o siquiera tener conciencia de la explotación a la que estaban siendo sometidos. Hablo de estudiantes que no pueden hablar, que no pueden estar en un salón regular, a los que hay que reforzarles destrezas de vida independiente constantemente, que no pueden ir al baño solos, que necesitan comunicadores, que ni siquiera pueden expresar una opinión, aunque puedan decir “si” y “no” a la petición de un adulto, y seguir ciertas órdenes de determinadas formas. Estos estudiantes sencillamente repetían conductas y hacían lo que algún adulto les pedía, probablemente ofreciéndole algún tipo de recompensa.

-Grupo 2: Estudiantes de nivel primario: estudiantes cuya edad y etapa de desarrollo hace imposible consentir expresamente la explotación a la que estaban siendo sometidos y el ser conscientes de lo que estaban haciendo. Hablo de estudiantes demasiado pequeños, como para poder consentir expresamente la explotación a la que estaban siendo sometidos. Estos estudiantes sencillamente repetían conductas y hacían lo que algún adulto les pedía, probablemente ofreciéndole algún tipo de recompensa.

Grupo 3: Estudiantes con Síndrome Down: estudiantes que no es posible que pudieran consentir expresamente la explotación a la que estaban siendo sometidos, aunque sí que pudieran tener algún grado de conciencia de lo que estaban haciendo. Estos estudiantes sencillamente repetían conductas y hacían lo que algún adulto les pedía, probablemente ofreciéndoles algún tipo de recompensa. Algunos de estos estudiantes mostraban síntomas médicos que se le provocarían a esta servidora posteriormente, aunque no de forma tan cruda como sucedió con los estudiantes del grupo 6.

-Grupo 4: Todos los estudiantes de quinto grado y dos del grupo 6-7: estos estudiantes son estudiantes de nivel secundario (en esta escuela el nivel secundario comienza en quinto grado), algunos con algún tipo de discapacidad, que no es posible que pudieran consentir expresamente lo que estaba sucediendo sencillamente por su edad y etapa de desarrollo, aunque sí que mostraran señales de ser conscientes de lo que estaba pasando y, a veces, de cierto estrés ante lo que sucedía.

Grupo 5: Estudiante creativa: este realmente no es un grupo, es una sola estudiante que por sus circunstancias me debo dirigir solo a ella. Es una estudiante con “síntomas psicóticos” (para mí es “estudiante creativa” porque su mejor talento es la creatividad, por eso la llamo “estudiante creativa”) que aunque su condición dé a entender que no es consciente de lo que hace, demostró tener perfecta conciencia de lo que hacía, recordando que en casos de menores de edad nunca puede decirse que puedan consentir explotación alguna. Este caso de explotación es tan grave ––el más grave de todos–– que hay incluso hay señales de haber falsificación médica, falsificándose estados psicóticos con propósitos de explotación. Es una estudiante de nivel secundario.

Grupo 6: estudiante “Talitha Kumi”. Este grupo también es de una sola estudiante a la que por sus circunstancias solo puedo escribirle a ella. Esta estudiante no completó el curso en la escuela: está embaraza, y la escuela no permite a estudiantes embarazadas. Esta estudiante mostró claros síntomas de estrés en determinados momentos por lo que estaba pasando. Este caso es muy particular por ser una embarazada menor de edad. Era muy consciente de lo que pasaba, aunque por su condición de menor de edad no pudiera consentirlo.

-Grupo 7: Tres estudiantes del grupo 6-7 y todos los estudiantes de los grados 7-8, 9-10 y 11-12: estudiantes perfectamente conscientes de lo que estaban haciendo, la mayoría con algún tipo de discapacidad, aunque no es posible que pudieran negarse a colaborar por su condición de menores de edad, en la mayoría de los casos. Incluso en los dos casos que se trata de estudiantes que ya son mayores de edad, no se puede decir que pudieran elegir no colaborar si se encontraban dentro de un ambiente escolar que les ha forzado a participar del sistema de explotación establecido. Ninguno de los estudiantes de este grupo mostró señales de estrés ante lo que sucedía en ningún momento, aunque pudieran haberlo tenido y tener la capacidad de no mostrarlo. En al menos uno de estos estudiantes hubo señales de un PEI escrito con propósitos de explotación, con información médica que no respondía a los propósitos del PEI y que contenía diagnósticos médicos que no correspondían al estado real del estudiante ––según lo visto en el salón y en su desempeño cotidiano–– sino a diagnósticos que serían provocados posteriormente a esta servidora. Eso fue algo que pasó muchas veces con este grupo de estudiantes: informar problemas médicos de estudiantes, que después serían provocados ––o como mínimo intentarlo––a esta servidora en su casa.

Las circunstancias de estos cuatro grupos son muy distintas entre sí, por eso he preferido separarlos. No hablo de muchos estudiantes, esta escuela tiene alrededor de 50 estudiantes… pero es necesario pronunciar las palabras que apliquen a las diversas circunstancias de todos los estudiantes. Los incluyo a todos porque, aunque mi tarea fuera enseñar ESL a estudiantes de los grupos 3, 4 y 5, en mis diversas tareas docentes estuve en contacto con estudiantes de todos los niveles, y estudiantes de todos los niveles fueron explotados. Los divido en grupos porque no es para nada lo mismo hablarles a estudiantes del grupo 1 que a estudiantes del grupo 5.

Al ordenar los estudiantes por grupos seguí el orden de vulnerabilidad: aunque todo menor de edad es vulnerable, los estudiantes del primer grupo son los más vulnerables, y los estudiantes del último grupo son los menos vulnerables, dentro de la vulnerabilidad propia de todo menor de edad en unas circunstancias como estas.

Comencemos…

Queridos estudiantes del grupo 1:

Ustedes tienen una gran misión en la sociedad: hacerla más humana con su sola presencia, con cuanto nos enseñan a valorar la belleza de sencillamente ser seres humanos y ser hermanos. Ustedes son estudiantes que con cada logro muestran a nuestra sociedad el gran resplandor de crecer dando la mano incondicionalmente a los hermanos que más nos necesitan como familia humana. La inocencia, la empatía y el espíritu de superación que les caracteriza son un tesoro para todos. Ustedes son estrellas vivas que irradian una gran luz a la humanidad al aportar con su crecimiento una humanidad más viva, más colmada de esperanza de vida para todos.

Lamento profundamente que hayan sido explotados de la forma que han sido. Lamento profundamente que no se haya sabido valorar los seres humanos extraordinarios que son. Lamento profundamente que su dignidad no haya sido respetada incondicionalmente. Lamento profundamente que se hayan aprovechado de sus discapacidades para propósitos deshumanizantes… porque no han sido creados para la deshumanización, sino para crecer como hijos del Creador, como hermanos dignos, libres, amados, iguales y felices.

Espero de todo corazón que esto no vuelva a pasar en sus vidas. Espero que el Estado y el Departamento de Educación, y si fuera el caso también el Departamento de la Familia, asuman todas las responsabilidades correspondientes de cuanto ha sucedido, tomando todas las medidas que sean necesarias para afirmar incondicionalmente la dignidad de los más vulnerables en nuestra sociedad.

 

Queridos estudiantes del grupo 2:

No pueden imaginarse lo abrumador que puede ser ver a niños tan pequeños siendo explotados, lo que costó a veces mantener el temple y dejar que sucediera todo lo que tuviera que pasar para que les dejaran en paz. No respetar la inocencia de un niño y el utilizar lo que se supone que sea un ambiente educativo como forma de explotación es algo extraordinariamente cruel e inhumano, no hay otra forma de decirlo.

Estimados niños: son pequeñas personitas extraordinarias, llenas de vida, de energías, de un futuro colmado de sueños y de un largo camino por delante. Espero que el recuerdo de lo que ha pasado ––si es que guardan alguno, hay algunos que sencillamente son demasiado pequeños–– cuando sean conscientes más adelante de lo que pasó, probablemente porque otro se los cuente… no los marque de una forma negativa. Todo puede transformarse en irradiación de luz para la sociedad, y eso es lo que ha pasado en este tiempo.

Lamento profundamente el cómo han sido explotados, el cómo no se tuvo la sensibilidad de ver en ustedes niños que necesitaban ser incondicionalmente amados y ayudados a crecer tal cual son llamados a crecer: como seres humanos a los que se ha de honrar sus derechos humanos incondicionalmente. Sí, estimados niños, tienen derechos humanos, tienen derecho a una infancia en las que se les eduque y se les ayude a crecer libres de toda explotación. Esto aplica a todos los grupos, pero es especialmente importante aprenderlo a su edad (edades de nivel primario) para que a lo largo de la vida se tenga muy clara esa noción: todos somos seres humanos, todos somos hermanos, todos estamos llamados a ayudarnos a crecer como libres, dignos, iguales, felices y amados…

Espero, queridos niños, que sigan adelante con una vida llena de colores vivos, de momentos risueños y de juegos muy divertidos y sanos, libres para ser de la forma que quieran ser y de la forma que prefieran soñar hacer un mundo mejor. Espero que tras lo que han vivido se abran para ustedes y sus familias en nuevos caminos de crecimiento.

Más adelante, cuando les toque ser conscientes de lo que ha pasado, de cómo fueron explotados… Más adelante, cuando sean conscientes de porqué eso jamás debió haber sucedido ni jamás debió haber sido permitido, espero que sean capaces de ser luces en la sociedad que afirmen el derecho humano de todo niño a vivir con dignidad, a crecer con sueños, con alegría, a jugar y a ser educados como niños que aprenden juntos a hacer una sociedad mejor. Espero que reciban todas las herramientas para transformar todo lo que ha sucedido en una luz que sirva a la vida y a la humanidad.

 

Queridos estudiantes del grupo 3:

Mis estimados estudiantes con síndrome Down, ¡son personas maravillosas! Lo que tienen no es una discapacidad: es una gran capacidad para amar incondicionalmente de una forma que nadie más puede hacer de la forma que lo hacen ustedes. Tienen una gran capacidad para ver el mundo de una forma que nos hace más humanos a todos, no solo a ustedes. ¡Tienen tantas capacidades para iluminar la sociedad y hacerla más enriquecedora para todos, capacidades que solo ustedes tienen!

Confieso que para mí tener un niño con síndrome Down sería un gran regalo de Dios… y por eso, ser testigo de cómo se les explotaba fue especialmente abrumador. No me refiero solo a niños con síndrome Down de nivel secundario: también me refiero a nivel primario.

Espero que, cuando se den las circunstancias y la comprensión adecuada, se les explique qué ha sucedido en estos meses, cómo han sido explotados y porqué ningún ser humano y ningún estudiante ha de ser expuesto a una situación como esa en ningún ambiente, especialmente el escolar. Merecen que esto les sea explicado de la forma clara y de la forma que mejor lo entiendan, porque ––cada cual a su forma–– son perfectamente capaces de entenderlo. No se les debe negar el derecho de entender por sí mismos lo que puedan entender por sí mismos, y de ser ayudados a tomar sus propias decisiones respecto a cómo transformar esta experiencia en una experiencia que irradie luz.

Sí, estimados estudiantes con síndrome Down: ustedes tienen capacidades que ningún otro estudiante tiene para transformar lo que han vivido en una luz que haga una mejor sociedad para todos y de seguir adelante con una vida llena de destellos vivos. Espero que, llegado el momento, reciban toda la ayuda para ello. No creo que este sea el momento para ninguno de ustedes. De momento, emprendan una vida de juegos, de colores vivos, de sueños colmados de esperanza, de alegría compartida… una vida con la libertad de poder ser ustedes mismos sin ser explotados por nadie, por absolutamente nadie, una vida con la libertad para poder actuar tal cual les parezca mejor, aprendiendo y estudiando de acuerdo a estimular todas sus capacidades, no de acuerdo a el efecto que puedan causar en la maestra aquello que hagan. Emprendan una vida colmada de la dignidad propia de todo ser humano, aspirando a ser la mejor persona que puedan ser. El Estado ha de garantizar que esto sea posible, tomando todas las medidas que sean necesarias para salvaguardar su dignidad y su derecho a una infancia feliz, plena y humana.

 

Queridos estudiantes del grupo 4:

Siempre quise preguntarles algo que no hice expresamente, estimados estudiantes…

¿Qué se supone que una maestra haga cuando un estudiante de quinto grado le dice, con una consternación que es muy difícil de fingir, que no quiere que le pase nada a su familia? No sabes si lo dice porque le dicen que lo diga… o porque su familia está expuesta a peligro si no consienten el cómo son explotados sus hijos.

¿Qué se supone que la maestra haga cuando le pregunta al estudiante porqué su familia está en peligro… y no sabe qué responder, guardando silencio?

Son niños, estimados estudiantes, son niños… y ningún niño debe estar expuesto a decir algo así.

Mis estimados benjamines… no soy capaz de jugar a sus padres por cómo los han expuesto a una situación como esta, porque no sé cuáles hayan sido sus circunstancias, como ya dije antes…

Me limito a decirles lo que me hubiera gustado decirles con toda claridad, pero no podía hacerlo para no exponerlos a que fueran explotados con más crudeza de lo que ya lo habían sido…

Tenerlos como mis estudiantes durante este tiempo ha sido el privilegio de mi vida. Son estudiantes muy listos, muy capaces de aprender a hacer el bien y de hacer una mejor sociedad. Créanme, mientras decían todo lo que decían lo más que me preocupaba era que, por la forma en que estaban siendo explotados, se estaban perdiendo la oportunidad de una verdadera infancia. Estaban demasiado habituados, día tras día, de hablar de mil y una formas distintas de morir, de mil y una formas de ser gato, de temas que no respondían a los intereses propios de su edad… Estaban demasiado habituados, día tras día, a encontrar mil y una formas de distraer la clase.

No, estimados estudiantes, esa no debe ser la realidad de un estudiante de quinto y sexto grado. Nadie debería habituarse a ser explotado, pero es especialmente importante que ustedes sepan esto porque están en una edad en la que confían más en la autoridad que en el propio criterio ––que aún está incipiente… –– y si esa autoridad no responde a sus mejores intereses como seres humanos y estudiantes, pueden llegar a asumir como normal lo que esa autoridad les pida cuando eso que les pide ni es normal ni es apropiado en lo absoluto.

Estimados estudiantes: no permitan que nadie, absolutamente nadie, les convenza de que dedicar toda una clase, un día tras otro, a hablar de mil y una formas de muerte, de enfermedades… es algo normal. No permitan que nadie les convenza de que es normal pactar con una “cultura de la muerte”. No permitan que nadie les diga que vivir de cualquier otra forma que no sea como un ser humano feliz, digno, amado, libre, igual… es algo normal. No permitan que nadie, absolutamente nadie, les sugiera que es normal vivir una vida sin capacidad de soñar. Están llamados a vivir una vida colmada de vida (niños, repetí la palabra “vida” todas esas veces a propósito, se llama “redundancia”…), de alegría y de juegos que enseñan a construir un mundo mejor creciendo todos juntos como hermanos.

Estimados estudiantes, créanme, no lo es. No lo es en lo absoluto.

Cualquier persona que les enseñe a construir una sociedad donde solo algunos pueden crecer como seres humanos les está haciendo un grave daño. Cualquier persona que les enseñe a que han de definirse según lo que haga daño a otro ––en oposición a un otro––, y no según a ser la mejor persona que puedan ser les está haciendo un grave daño. Cualquier persona que les enseñe a vivir de cualquier otra forma que no se siendo ustedes mismos les está haciendo un grave daño… que en todo momento intenté, en la medida de mis posibilidades, revertir.

Estimados estudiantes: son niños, ya casi a las puertas de la adolescencia. Están en una etapa de desarrollo en lo que lo normal es hablar de juegos, de sueños, de cartoons, de libros infantiles, de super héroes ––de eso sí hablaban de cuando en cuando…–– Están en una edad donde lo normal es preocuparse por hacer asignaciones, por colaborar con tareas propias de su edad…

Están en la edad de las aventuras, estimadas personitas extraordinarias.

Así pues, tras esta experiencia que han vivido, les propongo una nueva aventura: aprendan a vivir aspirando a convertirse en la mejor persona que puedan ser, siendo ustedes mismos, en la mejor versión que puedan ser. Les propongo la aventura de aprender a vivir aprendiendo un poco más cada día, de tal forma que cada vez puedan ser un poquito mejor que ayer. Aprendan a definirse a sí mismos no según qué tan capaces son de no ser ustedes mismos ––que tan capaces son de actuar para dar impresión de lo que no es verdad––, sino según qué tan capaces son de ser la mejor persona que puedan ser, que tan capaces son de actuar para convertirse en quienes son llamados a ser.

Lamento profundamente que hayan sido explotados de la forma que han sido explotados. Lamento que no se les permitiera tener la infancia feliz, plena y digna a la que tiene derecho todo niño. Lamento también, como católica practicante, que en al menos uno de los casos hubiera instituciones católicas envueltas (o al menos eso daba la impresión la estudiante) en la explotación a la que estaban siendo sometidos. Lamento que se les negara el derecho humano a una educación ordenada a su pleno desarrollo. Lamento que les negara la posibilidad de un sano desarrollo humano…

Espero que puedan recomenzar una nueva aventura de aprendizaje en una nueva escuela que les ayude a crecer como estudiantes y como seres humanos, respetando todos sus derechos humanos incondicionalmente. Espero que puedan aprender a descubrir la gran aventura de un súper héroe de todos los días: elegir ser la mejor persona que pueda ser todos los días.

Espero que cuando crezcan y sean plenamente conscientes de la injusticia a la que fueron sometidos, puedan transformar esa experiencia en una luz de justicia para toda nuestra sociedad: en una llamada a ser muy justos en todo cuanto hagan, respetando la dignidad de todo ser humano incondicionalmente allí donde estén.

Gracias por todo el tiempo compartido, por el regalo de su sola presencia. Espero que algún día pueda ver, probablemente desde lejos, como lo aprendido de esta experiencia les ayudó a ser una mejor persona, un ciudadano de bien.

 

Querida estudiante del grupo 5:

Mi estimada estudiante creativa…

Hay mucho que decirte.

Siempre me llamó la atención como tus “crisis psicóticas” coincidían con momentos que pudieran tener más impacto en lo que hubiera contemplado. Llegué a rezar por ti mientras dormías, en teoría por medicamentos demasiado fuertes. Llegué a rezar por ti mientras te inmovilizaban. Llegué a rezar por ti cuando te hospitalizaron por un “intento de suicidio” con unas tijeras… tras lo cual jamás volviste a ser mi estudiante, pero estabas justo al frente de mi salón, donde todo lo que decías era perfectamente audible.

Me llamaron la atención muchas cosas que no diré ahora, porque no mereces ser conocida por eso.

Pedirle a una estudiante que finja episodios psicóticos es algo muy, muy, muy grave. Eso se ha hecho contigo, y lo lamento profundamente.

Esta servidora ha estado en muchísimas hospitalizaciones psiquiátricas. Soy MUY consciente de que los episodios psicóticos se pueden fingir y hasta provocar… y de que incluso se puede tener toda la documentación médica requerida para proyectar esa falsificación como verdadera, de la misma forma que se hizo conmigo.

Voy a decirte lo que debí haberte dicho cuando te regalé una tarjeta de “navidad”. ¿Lo recuerdas?

Te lo recuerdo: como tú no celebras la navidad por ser testigo de Jehová (eso se me dijo, y no tengo forma de corroborarlo, pero lo asumí como verdadero…), esta servidora, por respeto a tu fe, te compró otra tarjeta que no fuera de navidad, una más bonita que todas las otras. La tuya decía: “Be brave… Be yourself.”

¿Lo recuerdas, estimada estudiante creativa?

Te lo vuelvo a repetir: Be brave. Be yourself. Entiendes perfectamente inglés, y entiendes perfectamente lo que te estoy diciendo.

No te dejes manipular de esta manera. Quien te pida algo así, se equivoca. Eres una persona llamada a vivir como ser humano, con un gran potencial para hacer el bien y para hacer una diferencia positiva en la sociedad. Eres una estudiante llamada a convertirse en la mejor persona que pueda ser. No permitas que NADIE te pida definirte según lo que NO eres ni estás llamada a ser. No permitas que NADIE te fuerce a ser quien no eres. Sé valiente. Sé tú misma. Dile NO a cualquier tipo de manipulación y distorsión de tu personalidad.

Lo que ha pasado en esta escuela contigo no tiene nombre ––la hija de la directora era tu asistente, así que la conciencia de que se estaba haciendo mal es evidente–– y merece ser investigado con todas las consecuencias. Bueno, sí, por supuesto, tiene un nombre: explotación infantil… con una vertiente un poco más cruda, que yo también he conocido muy bien en mi casa: “explotación psiquiátrica”, el uso de diagnósticos y medicación psiquiátrica para intimidar, explotar y poner en tela de juicio lo que afirma una persona, impidiendo el libre desarrollo de sus ideas y su creatividad.

Esto es temerariamente ilegal, estimada estudiante creativa. Si nadie te lo ha dicho, te lo digo yo. El mero hecho de pedirte no ser tú misma ya es deshumanizante, pero el pedirte fingir episodios psicóticos, explotando psiquiátricamente a una estudiante con propósitos de “explotar psiquiátricamente” a una maestra… es cruzar una línea que nadie debería cruzar. Con la salud mental no se juega de esta forma. Con un estudiante no se juega de esta forma. Con las personas no se juega de esta forma. Con la educación no se juega de esta forma. Punto. El tuyo es el caso más grave de todos por la perversión moral, médica, educativa y humana que implica la forma en que se te ha explotado.

Estimada estudiante creativa, se te ha fallado de manera muy grave. Se ha debido salvaguardar tu dignidad y tu integridad, y no se ha hecho. Siempre se me dijo que tu psicosis “desaparecía con un antibiótico”. Espero que ese antibiótico, sea el que sea, te sea administrado…

Quiero decir: espero que te atrevas a vivir la aventura de ser tú misma, y de elegir vivir aprendiendo a ser la mejor persona que puedas ser. Lamento profundamente que hayas sido explotada de esta forma tan cruda y cruel. Espero que esta experiencia te sirva para descubrir que hay formas mucho más apasionantes y felices de vivir, explotando toda tu capacidad para ser una luz, y una muy brillante, en nuestra sociedad.

 

Estimada estudiante del grupo 6:

Mi estimada estudiante Talitha Kumi…

Nunca te conté porqué al escribir pensamientos acerca de ti te llamaba “Talitha Kumi”. Ya que puedo hacerlo, te lo contaré ahora. Al abrir el evangelio de bolsillo mientras pensaba en ti se abrió varias veces en el evangelio donde Jesús dice: “niña, a ti te lo digo, levántate…” Y al notar esa coincidencia, comencé a llamarte “Talitha Kumi”.

Eres la única estudiante, fuera parte de estudiantes del quinto grado, que demostró claras señalas de estrés ante lo que estaba sucediendo, e intenté, en lo posible, evitarlo… pero hubo un momento en el cual fue clarísimamente vidente. Te lo recuerdo, por si lo olvidas.

Cuando veíamos Justice League te exasperaste al escuchar la canción “Everybody Knows…” (https://www.youtube.com/watch?v=wfLOt5P6nSk). Te exasperaste sin motivo: (dijiste algo así como “muy bonita la canción”, no recuerdo exactamente qué dijiste, fue algo así…); yo no había visto la película antes de ponerla, precisamente para evitar que pudiera darse cualquier tipo de interpretación que diera a lugar a cualquier doble sentido, más allá de que hemos de buscar la justicia. Si le llamas “doble sentido” al elegir esa película para querer enseñar que hemos de buscar la justicia, pues sí, eso sí es cierto. Pero no sabía nada del contenido de la película, mucho menos las líricas de las canciones.

El día que anunciaste que estás embarazada, tu último día que estuviste en la escuela, yo no estuve. Estimada estudiante Talitha Kumi: soy consciente de que a mi alrededor se han usado muchas veces a mujeres embarazadas como objeto de distorsión social, incluyendo a terapistas que vienen a dar terapia a la misma escuela. Se ha hecho de esta forma por mi contemplación de que lo que se está acometiendo es un “aborto social”. Estas son las paradojas de la sociedad-del-no-ser: se predica educación con explotación de niños, se predica vida con aborto social, se predica diversidad con coacción e intolerancia… se predica el ser con el no-ser.

Si se ha permitido tu embarazo para participar de esa distorsión social… eso es explotación sexual de menores, otra circunstancia gravísima que amerita ser investigada. Lo que implica algo así supone una depravación humana y moral extraordinaria.

Te repito lo que contemplé tantas veces al pensar en ti: “niña, a ti te lo digo, levántate”. Tienes un gran futuro por delante si luchas de la forma correcta: buscando dar lo mejor de ti para convertirte en la mejor persona que puedas ser, siendo tú misma.., sin que nadie te use como objeto de explotación. No te quedes pensando en lo que pudo haber pasado y no pasó, lo que pudiste hacer de otra forma y ya no puedes cambiar. Enfócate en pensar lo que puedes y debes hacer ahora, que en tu caso no has de hacer solo por ti misma: también has de hacerlo por ayudar a crecer a tu hijo. Sea cual sea la circunstancia alrededor de una concepción, toda vida merece ser ayudada a crecer. Es un don y una responsabilidad que no es propia de tu edad, pero se te han de proveer todos los apoyos necesarios para que puedas afrontarla de la mejor forma posible para ambas vidas.

Enfócate en el cómo has de transformar la explotación a la que fuiste sometida en luz que ayude a crecer. Levántate. Por ti y por la vida que eres llamada a ayuda a crecer como ser humano libre, digno, igual, amado y feliz.

Recuerda, estimada estudiante Talitha Kumi: ayudar a crecer a un niño no solo supone proveerle todo lo material, sino que también se le han de proveer modelos de crecimiento que le ayuden a crecer conforme a cómo somos llamados a ser. No basta un techo, un plato de comida, ropa para cubrirlo: tú has de ser el modelo crecimiento que inspire a ese niño a ser la mejor persona que pueda ser, hasta convertirse en un ciudadano de bien. No se trata solo de dar nueva vida biológicamente, por así decirlo: has de darla humanamente, ayudando a crecer como ser humano libre, digno, igual, amado y feliz, tal cual dije antes… y tal cual se te debió ayudar a crecer a ti. Dar vida biológicamente para que luego ese niño sea tratado como objeto, tal cual se te explotado a ti, sería aborto social. Tratar a las personas como objetos, no importa de qué etapa de desarrollo hablemos, siempre supone aborto social: se está deshumanizando a la sociedad. En tus circunstancias es especialmente imperativo que se te provean modelos de crecimiento humano saludables que impidan que la explotación a la que has sido sometida repercuta en consecuencias que afecten el sano desarrollo integral del hijo que estás gestando. Has de contar con todo el apoyo para ello por parte de todas las personas y agencias pertinentes.

Lamento profundamente la explotación a la que fuiste sometida. Lamento el estrés al que fuiste expuesta al ser explotada ideológicamente. Nunca supe si las circunstancias familiares que contabas en la escuela eran verídicas, pero si lo eran, también lo lamento. Espero que las agencias tomen todas las acciones necesarias para garantizar tu bienestar y el de tu bebé.

Ánimo, Talitha Kumi, levántate. Conviértete en la luz que eres llamada a ser, transformando todo en una experiencia de crecimiento que también ayuda a crecer a la vida inocente que te corresponde sacar adelante.

 

Estimados estudiantes del grupo 7:

Este es el grupo más extenso. En este grupo está la mayoría de los estudiantes a los que he impartido clase.

Hay mucho que decir, estimados estudiantes. Sí, han sido explotados… pero ustedes han sido muy conscientes de lo que estaba pasando. Eso es una circunstancia muy distinta…

Estimados estudiantes… vuelvo a repetir una idea que ya he dicho antes, pero que aplica especialmente a ustedes: si he permitido que hicieran todo lo que han hecho respondiendo a lo imprescindible ha sido para salvaguardar su seguridad, no la mía.

Saben perfectamente que pude haber jugado el mismo juego de los “dobles sentidos”, de las “confusiones de palabras” adrede, o incluso de ostentar el poder de irradiar la luz que se me concede irradiar de la misma forma que ustedes han ostentado saber hasta lo que hago en el baño de mi casa…

No, así no funcionan los dones de Dios, mis estimados estudiantes… pero sobre todo: así no funciona la democracia.

Hablaremos del tema de la democracia más adelante…

Estimados estudiantes: toda la explotación a la que han sido sometidos ha sido una clarísima violación de sus derechos humanos, y es algo de lo que deberían ser tan conscientes como lo han sido de toda la información personal de la que se han servido para intentar dar impresión de control sobre mi persona. Esto tiene un nombre muy concreto en la jerga educativa: maltrato institucional, explotación ideológica de estudiantes. En la escuela son tan conscientes de esto que hasta repartieron esta carta circular entre los maestros en determinado momento. En la jerga de derechos humanos, estamos hablando de tráfico humano infantil: la explotación de menores de edad para explotar a otra persona.

Aquí debieron saltar todas las alarmas antes de que yo siquiera pisara esta escuela. Estas cosas no suceden al azar: toman tiempo, colaboraciones muy específicas, recursos… Este tipo de movidas no pudieron pasar desapercibidas de las autoridades competentes ––como mínimo, las municipales y las del Departamento de Educación, y conste que digo “como mínimo”–– por la complejidad que implica la forma en que se les ha explotado y la estructura necesaria para que ello fuera posible. Incluso si sus familias no supieron decir “alto”, las autoridades competentes, las agencias gubernamentales que tienen el legítimo deber y autoridad para salvaguardar la integridad de todos los ciudadanos, incluyendo a estudiantes menores de edad, debieron haber actuado… y no se hizo. Claramente no se hizo.

Estimados estudiantes: nunca asuman que el ser abusados es algo que tienen que tolerar. Si se sabe que está pasando un abuso, como lo es la explotación y el tráfico humano infantil, se ha de hacer todo cuanto esté en las manos para que la situación salga a la luz y el abuso no solo desista, sino que no pueda pasar nunca más. Eso, precisamente eso, es lo que he hecho.

Sin embargo, hay algo de lo que deberían ser aún más conscientes… más que cualquier otra cosa, algo que intenté decirles muchas veces de todas las formas posibles, especialmente en sus tarjetas de navidad…

Y lo volveré a repetir una vez más:

Tienen una extraordinaria capacidad para hacer el bien, estimados estudiantes. Tienen una extraordinaria capacidad para hacer un mundo mejor para todos. Tienen una extraordinaria capacidad para elegir ser una luz en la sociedad. Tienen una gran capacidad para crear obras que iluminen… siendo ustedes mismos la obra, convirtiéndose ustedes mismos en los ciudadanos de bien y las personas íntegras que están llamadas a ser. Tienen una gran capacidad para ser faros de esperanza.

Enseñarle a un adolescente a definirse a sí mismo según quien NO ES y quien no está llamado a ser es una perversión extraordinaria. La adolescencia es un momento clave del desarrollo, donde muchas cosas toman formas que influenciarán más adelante en la vida. Este es un tiempo privilegiado en sus vidas, estimados estudiantes. Está en sus manos, contando con el apoyo adecuado ––que estoy segura de que recibirán–– el convertir toda la explotación a la que han sido sometidos en “growth choices” que les ayuden a ser la persona que son llamados a ser: seres humanos que crecen libres, dignos, amados, iguales… ¡felices!

Estimados estudiantes, ¿recuerdan qué es un “growth choice”? Al final compartiré esa presentación, pero se los recuerdo: un “growth choice” es toda decisión que nos ayuda a convertirnos en la mejor que podamos ser.

Entonces, la pregunta que tienen ante ustedes, tras una experiencia como esta, es: ¿qué “growth choices” he de tomar para transformar esta experiencia que no debió suceder, esta violación de derechos humanos, en una oportunidad de crecimiento, tanto propio como comunitario; en una oportunidad para crecer y ayudar a crecer a mis hermanos ––viendo a todo ser humano como hermano–– como las mejores personas que podamos ser?

Cierto: no es una decisión a la que deberían estar expuestos. Lo que pasó sencillamente no debió haber pasado… pero pasó, no hay vuelta atrás, y no les va a ayudar en lo absoluto enfocarse en lo que no debieron hacer o en lo que sí debieron hacer… sino en lo que pueden y deben hacer ahora: ser ustedes mismos, hacer lo que es correcto, crecer siendo la mejor persona que puedan ser, irradiar luz ayudando a los demás a ser las mejores personas que puedan ser siendo ustedes mismos las mejores personas que puedan ser.

No hay vergüenza absoluta en cometer errores, estimados estudiantes… pero el error, estimados estudiantes, ha sido de quienes los han explotado usándolos como objetos. No son objetos, estimados estudiantes: son personas, con plena capacidad de actuar por sí mismos y de desarrollar el uso de la libertad personal de forma proporcional a su edad, de ser personas auténticas, de convertirse en quienes son llamados a ser, de iluminar cualquier oscuridad con luz que ayuda a crecer.

Estimados estudiantes, lamento profundamente el daño que se les ha hecho con semejante explotación en una etapa como esta. Lamento profundamente que no se respetara su dignidad incondicionalmente. Lamento profundamente que se les haya enseñando que violar derechos humanos está justificado en ciertas circunstancias. No, nunca lo está. Nada, absolutamente nada, justifica que se haya permitido la explotación a la que han sido sometidos.

Lamento, sobre todo, no haber tenido recurso alguno para denunciar lo que estaba pasando e impedir que pasaran por lo que estaban pasando. En el momento de ponderar qué era lo mejor que podía hacer para afirmar incondicionalmente su dignidad como personas y como estudiantes, mi respuesta fue que debía permanecer en la escuela para irradiar el Amor de Dios de tal forma que todos los abusos que estaban sucediendo salieran a la luz con claridad, sin la “disonancia cognitiva” ––creo que así se llama–– que me caracterizó al principio al escribir lo que sucedía de forma no exactamente congruente…

Por supuesto que notaron ese cambio en mi estilo de comunicación.

Verán, estimados estudiantes, seguramente se dieron cuenta de este detalle: se intentó forzar que esta servidora renunciara por incompatibilidad del ambiente con su fe, y tras eso, con todo tipo de bullying y ataques ad hominem. Se lo tenían muy creído que iba a renunciar.

Aquí hay que explicar un detalle importante para que se entienda lo que estoy diciendo: lo que pasó en esta escuela ya me pasó previamente en otra escuela, hace años atrás, aunque se hizo pensar que era “psicosis”. Lo que pasó fue exactamente lo mismo: los estudiantes eran explotados exactamente de la misma forma, aunque en aquella ocasión no pudieran ser explotados absolutamente todos los estudiantes porque era una escuela demasiado grande. La otra gran diferencia, aparte de esa, es que aquella escuela era católica y esta es aconfesional.

En aquel entonces, en cuanto me di cuenta que el ambiente de la escuela era incompatible con vivir mi fe, algo que es parte de emprender el proyecto creativo que he estado emprendiendo ––tal vez deba decirlo al revés: el proyecto creativo que he estado emprendiendo es parte de vivir mi fe…–– decidí renunciar, sin tener ni idea de qué otro trabajo conseguiría después… y esa falta de recursos económicos que aconteció tras quedarme sin trabajo ––haciendo que dependiera totalmente de mis progenitores––, junto a la fuertísima distorsión social que se provocaba a mi alrededor, fue lo que propició que se dieran las circunstancias que hicieron posible una pseudo-psicosis y todas las hospitalizaciones forzadas que ocurrieron después.

¿Por qué cuento esto? Porque evidentemente se esperaba que esta vez también renunciara al darme cuenta de que se estaba forzando a mi alrededor un ambiente incompatible con mi fe, como ya dije… pero tome una elección muy consciente: eso que estaban haciendo con ustedes, estimados estudiantes, no lo volverían a hacer nunca más. Nunca más. Lo realmente compatible con mi fe era afirmar la dignidad de toda persona en toda circunstancia, tal cual Dios lo hace, y eso me suponía permanecer en la escuela. La única forma de que nadie más volviera a hacer algo como esto jamás era permanecer en la escuela dando testimonio vivo del Amor de Dios de tal forma que todo lo que estaban haciendo fuera visible…

Y eso hice, estimados estudiantes: permanecer entre ustedes para servir a Dios, y también para servir a mi Patria haciendo posible que ningún niño vuelva a pasar lo que han pasado ustedes. Solo había una raya roja que me dije a mí misma que no toleraría: acoso sexual por parte de estudiantes. Esa raya nunca se cruzó explícitamente, y cuando hubo atisbo de cruzarla, fui muy clara… a mi forma.

Les aseguro: no volverá a pasar. A partir de esto que ha pasado se harán medidas que eviten que esto vuelva a suceder. Este tipo de explotación ––tráfico humano de menores con propósitos de explotación ideológica–– no volverá a ser tolerada en ninguna escuela puertorriqueña. Créanme en ello. Lo que han pasado tendrá repercusiones. Ya las está teniendo, aunque aún no sean visibles.

Estimados estudiantes: si piensan que pueden hacer un bien, no renuncien a hacerlo, mientras les sea posible hacerlo.

Uno de ustedes me preguntó una vez me preguntaste cómo saber que algo era un bien. En ese momento dije: eso te toca a ti discernirlo. ¿Por qué lo hice de esa forma? Porque tienen que aprender a afirmarse por sí mismo, a determinar quienes sí quieren ser y de qué formas eligen ser luz en la sociedad. Esto les ha costado muchísimo a todos, absolutamente a todos ustedes, estimados estudiantes: en todas sus discusiones y comentarios todo giraba a lo que NO es (a lo que no es bien, a lo que no ayuda a crecer, a lo que no es vida…) Siempre insistí en que discutieran la cita del valor que estuvieran discutiendo de forma afirmativa… porque así también es la vida real, estimados estudiantes: hemos de afirmarnos tal cual somos, no según lo que no somos.

No estoy diciendo que no se ha de tener claro lo que no es. Por ejemplo, hay un principio humano universal para saber si algo es bueno o no, estimados estudiantes: nada que suponga cometer, consentir o promover una violación de derechos humanos puede ser bueno para la sociedad. Si esto además se hace sistémicamente, ya se confronta un sistema de deshumanización social ––un aborto social–– propio de tragedias humanas como el Nazismo, del Apartheid, del genocidio de Rwanda, la inequidad racial confrontada por Martin Luther King Jr… Sin embargo, no han de definir lo bueno afirmando violaciones de derechos humanos (justo lo que no es bueno), ni mucho menos sistematizar y normalizar socialmente las violaciones de derechos humanos como algo “bueno”, sino que han definir lo bueno con decisiones que afirmen los derechos humanos en todos los aspectos de su vida y desarrollo social (eso es una afirmación de lo que es bueno).

Acabo de darles un último ejemplo de cómo hemos de desarrollar una formación personal que afirme quienes somos llamados a ser.

Créanme, estimados estudiantes, esta experiencia puede transformarse en una gran oportunidad de crecimiento, y tienen la capacidad para ello. Espero que, tras recibir todo el apoyo necesario, pueda contemplar, probablemente desde la distancia, como siguen adelante y se convierten en las estrellas vivas que son llamadas a ser.

 

Lo que voy a escribir a partir de este momento de la carta aplica a todos…

Puede haber muchas formas posibles de transformar la oscuridad propia de violaciones de derechos humanos ––la explotación y el que se les negara una educación ordenada a su pleno desarrollo son claras violaciones de derechos humanos–– en una luz para iluminar a toda la humanidad.

Hubo un tema del que quise hacer una presentación del valor semanal y elegí no hacerlo en ese momento: patriotismo. Esa lección la daré ahora: será mi última lección para ustedes.

Mi forma de transformar la explotación a la que ustedes han sido sometidos en una luz para la sociedad es el patriotismo: elegir servir a mi Patria irradiando la luz del Amor de Dios de tal forma que no solo lo que les ha pasado a ustedes no vuelva a pasar… sino que no pueda consentirse ninguna otra violación de derechos humanos al pueblo puertorriqueño. Ni una más. Esto, por supuesto, implica cambios… implica plasmar una Nueva Patria, cultura de vida y nación de Amor que crece en comunión, unidas con nueva unidad: vivir la caridad, ayudar a crecer en comunión, ayudar a crecer a todos como hermanos. Explicaré esto con más profundidad.

Estimados estudiantes, tal cual yo veo el concepto de Nueva Patria evidentemente implica adorar a Dios con todo el crecimiento, consagrándome a vivir la caridad, a hacer revolución de Amor que haga posible que todos puedan crecer como hermanos. O sea: para mí el hacer Nueva Patria es fruto de vivir la fe.

El concepto de “Nueva Patria” puede verse desde varias perspectivas. Puede verse, como evidentemente se está haciendo ––una de las razones por las que se les ha explotado ideológicamente–– desde una perspectiva política: si se quiere impedir que se cometan más violaciones de derechos humanos, hemos de ser tratados como ciudadanos estadounidenses con equidad de oportunidades y de participación en todos los aspectos de la vida de nuestra nación, Estados Unidos. Eso tiene una consecuencia política clarísima: hemos de ser estado. Solo así pueden cesar las violaciones de derechos humanos que implican una relación colonial con Estados Unidos. Jamás he discutido esto con ustedes, ni lo haré ahora. Sé que lo saben, de la misma forma que saben hasta lo que hago en el baño de mi casa, pero lo menciono explícitamente para que quede explícitamente claro que jamás utilizaré mi voz como maestra para promover una visión política a mis estudiantes. Lo que promuevo es el fin de toda violación de derechos humanos, con todas las consecuencias que ello pueda conllevar.

También se puede ver el concepto de “Nueva Patria” desde una perspectiva histórica: tras esto que ha pasado, literalmente comienza una nueva página en la historia de Puerto Rico y Estados Unidos. Con esto no me refiero a las violaciones de derechos humanos, a todas ––incluyendo la explotación a la que han sido sometidos––. A lo que me refiero es a cómo esta manifestación del Amor de Dios nos convierte ––a Estados Unidos y a Puerto Rico, unidos en la consagración a la caridad, en tierra de luz, abriendo una nueva página en nuestra historia. Todos somos conscientes de esto: se está haciendo historia viva. Aquí está todo el mundo… algo así como buscando su forma de “ser parte de la nueva página…” y yo no digo absolutamente nada, porque no soy quien para controlar lo que Dios quiera escribir en este nuevo amanecer. Yo me limito a hacer lo que he hecho desde siempre: dejar que el Amor de Dios se irradie incondicionalmente. Confieso que a veces me río: gente, este nuevo amanecer es absolutamente para todos, no hay porqué pelearse por “un lugar” en esta página en un absurdo afán de llamar la atención, a veces de formas que pueden ser más positivas e incluso efectivas. Really. Todos pueden escribir en esta página, incluso ustedes. Sencillamente se trata de irradiar el Amor de Dios de una forma única. Les dejo saber un detalle importante: hagan lo que hagan, esa luz será irradiada. Así pues, me atrevo a aconsejarles que seas sabios en escoger como plasmar la creatividad que Dios concede a todo ser humano de forma tan incondicional como la lluvia: pueden hacerlo en el lado correcto de la historia o en el lado incorrecto de la historia. Pueden elegirlo explícitamente, o sencillamente sucederá implícitamente: hagan lo que hagan, se transformará en irradiación de Su Amor. Pueden escoger cómo escribir esta nueva historia para Puerto Rico y Estados Unidos… pero sea lo que sea que elijan, la novedad del Amor de Dios será irradiada y este nuevo amanecer destellará en nuestra historia como el comienzo de una “Nueva Patria”. Menciono este detalle porque algunos de ustedes estudiaron en la clase de historia la Segunda Guerra Mundial y el Nazismo. Bueno, este estilo de hacer historia no es como el de su clase de historia. Esta forma de hacer nueva historia es historia que ayuda a crecer en comunión. No hace falta comentar este aspecto del término “Nueva Patria” más allá de este punto, sencillamente todo gran cambio en la historia comienza con pequeñas personas que eligen tener sueños grandes.

También se puede ver el término “Nueva Patria” como un claro cambio eclesiástico en la Iglesia Católica Puertorriqueña y Estadounidense, si por “Nueva Patria” se entiende “cielos nuevos y tierra nueva” y “Pueblo de Dios consagrado a vivir la caridad”. De hecho, si se entiende como lo segundo, el término es incluso más abarcador, incluyendo a la Iglesia entera. Como nunca les he preguntado si son católicos y no lo sé, no discutiré esto con ustedes, pero lo menciono porque también es una posible interpretación.

Otra posible interpretación posible del término “Nueva Patria” es la de vivir la caridad ayudando a crecer a la hermana naturaleza, incluyendo a los animales… tampoco hablaré de esa interpretación ahora.

La interpretación que sí compartiré con ustedes, como última lección, es el cómo hacer “Nueva Patria” desde un sentido patriótico.

Noten que lo político y lo patriótico no se asumen como lo mismo. Todo lo político ha de ser patriótico, pero no todo lo patriótico ha de ser político: lo patriótico ha de partir desde lo humano. Se puede servir a la Patria sin hacer política, siendo las mejores personas que podamos ser y aportando ese crecimiento a nuestra nación, pero si se hace política necesariamente ha de ser patriótica, no ideológica: política que busque el bien común de nuestra nación y de todos sus ciudadanos. Ser las mejores personas que podamos ser el primer acto de patriotismo que toda persona está llamada a hacer para servir al bien común de su nación.

Estimados estudiantes, hacer Nueva Patria es hacer cultura de vida y nación de Amor que crece en comunión, unidas con una declaración de nueva fraternidad, con una nueva unidad: todos estamos llamados a vivir la caridad, todos estamos llamados a ayudar a crecer en comunión, todos estamos llamados a ayudar a crecer a todos como hermanos.

Todos estamos llamados a hacer Nueva Patria, estimados estudiantes, absolutamente todos, ustedes también. Les dije antes, a todos, de una forma u otra, que están llamados a transformar lo que han vivido en una oportunidad de crecimiento, en crecimiento personal que también ayude a crecer. Ahora les digo: también están llamados a transformarlo en crecimiento social, en crecimiento que haga no solo cultura de vida y nación de Amor que crece en comunión, sino también una sociedad democrática.

Algo me dice que el maestro de historia pudo haber estado más entretenido en lecciones varias que no incluyeron el tema de la democracia. Hablemos de eso ahora.

¿A qué me refiero con una sociedad democrática? A una sociedad que concibe correctamente a la persona ––como ser humano llamado a crecer incondicionalmente, llamado a crecer en comunión y llamado a ayudar a crecer en comunión–– y en la que se respetan incondicionalmente todos los derechos humanos de todos.

Estimados estudiantes: lo que ha sucedido en la escuela no es propio de una sociedad democrática, sino de una dictadura ideológica que no tiene escrúpulos en convertir a la persona ––y además a personas vulnerables, a niños y a adolescentes–– en objetos con tal de imponer ideologías, formando lo que ya mencioné antes, al escribirle a la estudiante Talitha Kumi: la sociedad-del-no-ser. Parte de hacer Nueva Patria es hacer posible una sociedad plenamente democrática.

He aquí una lección importante, estimados estudiantes: hacer sociedad democrática no es solo tarea del gobierno. Es tarea de todo ciudadano, ustedes incluídos: todos hemos de hacer posible que la dignidad de toda persona sea respetada incondicionalmente, que toda persona pueda crecer incondicionalmente en comunión, que toda persona sea consciente de su llamada a ayudar a crecer en comunión y que todo derecho humano de todos sea respetado incondicionalmente.

No hemos de esperar a que el gobierno haga “Nueva Patria” y a que haga una declaración de nueva fraternidad: eso ha de hacerlo cada ciudadano en su día a día, iluminando toda deshumanización con nueva fraternidad que abre nuevas vías de encuentro, nuevos caminos de unidad que hagan imposible que se pueda contemplar al otro de cualquier otra forma que no sea como hermano y como ser humano.

Estimados estudiantes: estamos llamados a hacer Nueva Patria en este aquí y en este ahora. Yo lo veo como fruto de adorar a Dios con todo el crecimiento ––básicamente: dar a conocer al Dios vivo, ser santa, ser templo vivo del Espíritu Santo, por decirlo en muy pocas palabras…––, como ya dije, pero también puede verse como patriotismo: servir a la nación viviendo la caridad fraterna, haciendo posible que todos crezcan como hermanos, que todos crezcan en comunión.

Entonces, la pregunta ante lo que han vivido es: ¿cómo transformo esta experiencia en oportunidad de crecimiento social que hace Nueva Patria, que hace un Puerto Rico y un Estados Unidos donde todos puedan crecer como hermanos, donde todos son conscientes de ser llamados a ayudar a crecer en comunión, donde nadie sea deshumanizado, donde no haya aborto social, donde todos crezcan como seres humanos libres, dignos, iguales, amados y felices?

Hay muchas formas posibles de responder esto. Sean creativos y pidan la ayuda que necesiten. Les recuerdo una gran cita de John F. Kennedy: no hemos de preguntarnos qué puede hacer nuestra nación por nosotros, sino que podemos hacer nosotros por nuestra nación. ¿Recuerdan cuando les hablé antes de democracia, estimados estudiantes del grupo 7? ¿Por qué lo que ha pasado en esta escuela no es propio de una democracia? Bien: en un ambiente auténticamente democrático nos contemplamos como hermanos, siendo gobernados con sistemas de ley y orden, no con sistemas de deshumanización. Por eso lo que ha sucedido en escuela es un auténtico atentado contra la democracia que, les aseguro, jamás volverá a repetirse en Estados Unidos. Ese es un ejemplo de qué podemos aportar a nuestra nación: hacer posible una sociedad auténticamente democrática para todos haciendo Nueva Patria.

Que quede claro, estimados estudiantes, que esta servidora tiene muy claro que si hay que dar la vida por irradiar la luz de Dios haciendo Nueva Patria en todos los sentidos posibles, también en el sentido patriótico… por supuesto que hay que darla, pero esa es mi decisión. Hay muchas formas de dar vida, literalmente he dado mi vida al estar en esta escuela, pero solo quería que lo supieran: si hubiera estado en posición de dar la vida haciendo Nueva Patria salvando la vida de cualquiera de ustedes ––se llegó a relacionar a al menos un estudiante con el uso de armas de fuego–– lo hubiera hecho con alegría.

Cuidado, mucho cuidado, estimados estudiantes, con entender “patriotismo” y el hacer Nueva Patria con una connotación ideológica. Por ahí los tiros no van. El patriota no sirve a la nación sirviendo a ideologías: lo hace sirviendo a sus hermanos ciudadanos, haciendo posible una sociedad donde todos crezcan como hermanos. Insisto: hay muchas formas posibles de hacer Nueva Patria y de ser auténticamente patriotas. Encuentren la suya. Aprovechen esta oportunidad de crecimiento para promover un cambio social que haga un Puerto Rico y un Estados Unidos que sean tierra de luz: tierra donde todos iluminan una luz única a la sociedad, comenzando por ustedes mismos.

Aquí tienen todas las presentaciones que fueron discutidas en nuestras clases, incluyendo la presentación en la que se habla de “growth choices” (la de las resoluciones de Año Nuevo). La única presentación que no llegué a preparar, la de patriotismo, la acabo de presentar ahora, a mi forma.

Estimados estudiantes: atrévase a ser quienes son llamados a ser. Atrévanse a ser las estrellas vivas de nuestra sociedad que están llamados a ser. Atrévanse a ser la Nueva Patria que son llamados a ser.

Les deseo todo lo mejor en sus vidas. Gracias por todo el tiempo compartido en estos meses. Gracias por ayudarme a convertirme en la persona que soy llamada a ser por ayudarme a hacer vida mi sueño: hacer visible el Amor de Dios a toda la humanidad, comenzando con quienes he sido llamada a servir. Gracias por el privilegio de servirles y de ayudarles a crecer.

Estimados estudiantes: sus vidas siguen adelante, colmada de nuevos sueños, de nuevas alegrías, de nuevos caminos, de nuevas formas de seguir creciendo. Pase lo que pase, busquen la forma de crecer y de ayudar a crecer. Busquen la forma de convertirse en quienes son llamados a ser. La vida no acaba aquí. Tienen toda una vida por delante para elegir ser luz y para aprender a cómo ser luz.

Hagamos Nueva Patria con pasión. Declaremos Nueva Fraternidad con pasión: todos somos llamados a ayudar a crecer en comunión. Hagamos juntos un país ––si prefieren usar esa palabra–– donde todos crezcamos como los hermanos que somos llamados a ser, donde todos crezcamos aspirando a ser la mejor persona que podamos ser.

Les pido perdón por todo cuanto pude hacer mejor. Les pido perdón si había una mejor forma de evitar que fueran explotados toda la crudeza y no supe verla. Si hubiera renunciado, esto podría haberle pasado a algún otro niño. Esa no era la solución. Había que seguir adelante, aunque todos tuviéramos que exponernos a lo que nos expusimos. Les pido perdón por todo lo que sufrieron. Les pido perdón por todo lo que no pudieron aprender de inglés por mi falta de libertad docente y de recursos didácticos para poder impartir la clase tal cual correspondía… Siempre intenté compensar esa carencia con ejemplos vivos y constantes de growth choices, incluyendo lo que escribía en mi iPad. Todos lo sabemos: mi rol más importante en esta escuela no era ser maestra de inglés, sino modelo de cómo irradiar luz en la sociedad transformando una experiencia de tráfico humano en irradiación del Amor de Dios, como también han de hacerlo ––a su propia forma–– ustedes.

Una vez más, gracias por todo. Gracias por la oportunidad de creer que me han brindado, por la oportunidad de vivir lo que creo: Dios es Amor encarnado que es cercano a todos, Dios es Dios vivo que desea ser conocido como Jesús Caridad que irradia Su luz en cada aquí y en cada ahora, transformando la historia con Su haz, que hace nuevas todas las cosas…

Sobre todo, gracias por el regalo de ayudarles a crecer no solo respetándolos incondicionalmente, sino amándolos incondicionalmente.

Aunque esta no sea una escuela cristiana, no puedo despedirme sin añadir: déjense iluminar por el Amor de Dios y podrán descubrir no solo formas maravillosas para transformarlo todo en irradiación de luz, sino el mejor modelo de crecimiento posible para irradiar luz a la sociedad siendo ustedes mismos la luz, aprendiendo a convertirse en la mejor persona que podamos ser en cada circunstancia. Espero que tras esta experiencia puedan aprender a ejercer el verdadero poder, que no es la capacidad de provocar oscuridad social –hacer el mal, matar, abusar, dominar, poseer, violar derechos humanos, explotar…–, tal cual otros les han intentado enseñar… sino el poder de la luz: el poder de hacer el bien, de ayudar a crecer, de ser uno mismo aspirando a ser la mejor persona que podamos ser, de servir con humildad, de ser positivos en toda circunstancia, de dar vida tal cual Dios la da, de inspirar sueños vivos… el poder de hacer una sociedad de luz irradiando Amor incondicionalmente, viviendo la caridad radicalmente. Esas fueron mis últimas palabras como su maestra: choose light.

Si ya no nos vemos más, ¡hasta el Cielo, estimados estudiantes! Ánimo, que hay toda una vida llena de nuevos caminos y de sueños de luz ––sueños que hacen una humanidad colmada de paz, unidad, libertad, fraternidad…–– por delante. Sean muy libres, muy dignos, muy iguales, muy amados… ¡muy felices!

Whatever life leads you on…

Follow your dreams!